Acerca de mí

Mi foto
México DF, Antarctica
escribana que estudió periodismo, ama el rock y sus músicas aledañas, así como la poesía y las relaciones tormentosas

marzo 20, 2016

LOS MEJORES DISCOS de ELECTRÓNICA 2015

RUTA SONORA
como la vio publicada en La Jornada

Lo espeso de 2015 (electrónica)
Carter, Tutti, Void

En fechas paralelas de premiaciones, la Ruta Sonora prosigue revisando los sonidos que marcaron tendencia (y lo seguirán haciendo), y más si se trata de música electrónica. Como cada año, este perfil sónico musical contiene propuestas a veces más ricas y originales, innovadoras, que nuestro amado pero longevo rock. Su vigencia es total y muchos de estos beats de avanzada, suelen colarse luego al pop de los años siguientes. Hoy, primera parte del conteo de este género.


1. Carter Tutti Void. F(x). (Inglaterra). Los veteranos Chris Carter y Cosey Fanni Tutti de Throbbing Gristle (1975 a la fecha) se unen con la joven Nik Void de Factory Floor en segundo disco para dominar mentes con su oscuro ambient-industrial. Timbres escabrosos generados por guitarras procesadas, sintetizadores y artefactos digitales. Gran pesadilla futurista.

Rabit

2. Rabit. Communion (Estados Unidos). Enorme el debut post-grime de este texano (Eric Burton). Llenos de imaginación, brinda retorcidos y sorprendentes sonidos, igual melódicos que percusivos. Cual score de un filme de acción y terror cibernético, va contando sin palabras, sonoras historias violentas. Fascinante.


Arca




3. Arca. Mutant (Venezuela). Hoy habitante de Brooklyn, Alejandro Ghersi (afamado por producir tracks a Kanye West, Björk, Robert Wyatt, entre otros) apila ritmos y timbres fracturados, delirantes, así como patrones texturosos, corrugados, inusitados al oído. Genial.



Daniel Lopatin (Oneohtrix Point Never)

4. Oneohtrix Point Never. Garden of Delete (EU). El productor neoyorquino Daniel Lopatin, artista digital prestigiado por su desbordada creatividad conceptual, ya lejos del ambient, juega con los sonidos del R&B-pop al deconstruirlos entre cascadas frenéticas y enfermas de timbres, entre orgánicos y sintéticos, en sexto plato. Loco fantástico.





Jlin

5. Jlin. Dark energy (EU). Cercana a la intención narrativa de Rabit, pero basada en la escena juke/footwork de Chicago (parecido al dubstep pero más sucio), con timbres “baratos” y rítmica incisiva, oscura, agresiva y minimal, entre collages tanto de música clásica y ópera como arabesca, Jerrilynn Patton genera un álbum que suena harto fresco y fusiona lo callejero con la vanguardia.
Holly Herndon





6. Holly Herndon. Platform (EU). De Tennessee, esta artista sonora cuestiona cómo la tecnología afecta a los humanos. En segundo álbum ofrece piezas digitales de sonidos pop pero construcción avant garde; voces fantasmales, rítmica obsesiva, metálica, fragmentada. Belleza robótica.



Björk


7. Björk. Vulnicura (Islandia). Bellísimo regreso, tras una ruptura de corazón, el de esta diva electrónica, tras dos discos con menor inventiva de lo usual en ella. Elegantes y pomposas piezas orquestales llenas de cuerdas y rítmicas suaves, así como flashes solitarios de ambient sintético (producida por los grandes Arca y Haxan Cloak), alivian su dolor… y el nuestro.

Cécile Schtt (Colleen)



8. Colleen. Captain of None (Francia). La productora y multi-instrumentista Cécile Schott hace en sexto trabajo esta suavidad etérea que igual combina loops y sampleos que instrumentos acústicos (guitarras, acordeones, flautas, tambores). Pop experimental y soñador, exquisito, donde su ocasional voz de hada flota sobre el Sena.


Ren Schofield (Container)




9. Container. LP [2015] (EU). Tercer álbum con mismo nombre (sólo le cambia el año), bajo autoría de Ren Schofield. Techno abrasivo, atascado, marrano, insistente, con beats retro-80s e hipnosis acelerada, para un baile adictivo bajo neones negros.






Jamie XX

10. Jamie XX. In Colour (Inglaterra). Tal y como Jamie Smith hace del silencio en The XX un elemento crucial de contraste, en su primer solista hace del beat liviano (micro-house, dance primigenio) y los sonidos espectrales, su fuerte. Con Romy y Oliver (The XX) cantando en dos tracks, arrojó un finísimo y sutil disco de electrónica al igual pop que de avanzada.






New Order

11. New Order. Music Complete (Inglaterra). Muy grata sorpresa dio este clásico del synth-pop: la banda suena riquísima y actual a 35 años de existencia como banda, luego de dos discos previos poco decorosos. Con colaboraciones como Tom Rowland (Chemical Brothers), La Roux, Iggy Pop, se trata de una producción espléndida, luminosa, colorida, riquísimo, para bailar sin fin con sonrisa y etiqueta.




William Doyle (East India Youth)

12. East India Youth. Culture of Volume (Inglaterra). No tan deslumbrante como su debut, pero igual de refinado, William Doyle explora las atmósferas sintéticas de Brian Eno y David Bowie en Low (1977) con su toque personal, para inesperadamente combinarlas con un electro-tech-pop cantábile, inspirado en los años 80.






(electro II)


Segunda parte de los mejores discos de música electrónica, a decir de este apartado. Ya menos experimentales, y más cercanos (aunque sea de forma ligera) a la pista de baile. Creatividad que sigue asombrando, cuya caducidad aún no parece llegar.


Fennesz & King Midas Sound


13. Fennesz + King Midas Sound. Edition 1 (Inglaterra-Austria). El productor inglés Kevin Martin (The Bug), al frente de KMS, tras cuatro años en silencio, se une con el también productor y guitarrista austriaco Christian Fennesz para crear una finísima selección de pasajes tanto dub como ambient, pleno de sensuales e intrigantes sintetizadores. Suave y exquisita reunión.






Benoit Pioulard


14. Benoît Pioulard. Sonnet (Estados Unidos). El multi-instrumentista Thomas Meluch (su nombre real) se aleja del folk-tronic y plasma en quinto trabajo un pop ambiental de ensueño y día soleado, con instrumentos procesados. Onírico, creativo, exquisito.


Sam Shepherd (Floating Points)




15. Floating Points. Elaenia (Inglaterra). Beat minimal y teclados que ondulan entre paisajes de hielo y vientos fríos, con toques de jazz y ambient instrumental. Bello, incisivo, intrincado, pero ligero, el trabajo del productor Sam Shepherd.





Dominick Fernow (Prurient)

16. Prurient. Frozen Niagara Falls (EU). Dominick Fernow es mejor conocido en la escena electrónica como Vatican Shadow, aunque con este otro alias lleva desde 2002. Prolífico a mares, su actual paisajismo taciturno y minimal intriga cual en un bosque lleno de nieve o cual cascadas congeladas. Ambiental y taciturno, pincela volatilidades solitarias, existenciales.


Luis Vásquez (The Soft Moon)




17. The Soft Moon. Deeper (EU). Hipnótico y en la tradición dark-wave, con cascadas de sintetizadores, el texano Luis Vásquez electrifica el post-punk con un gran disco que pasa hasta por el industrial melancólico; a veces con voz, otras instrumental, no niega estar inspirado en los oscuros años 80, con un toque actual: apocalíptico pero abrazable.





Eek + Islam Chipsy
18. Eek + Islam Chipsy. Kahraba (Egipto). Los sonidos de un Casio barato enloquecen y se aceleran con la cruza de temas árabes construidos en 8 bit, en alocada cámara rápida. Poderoso, fuerte y con gran identidad, este EP regionalista alcanza el gusto internacional. Original, simpático, denso.


Louis Carnell (Visionist)




19. Visionist. Safe (Inglaterra). Buen debut el de Louis Carnell, quien produce un grime-dubstepeado harto inventivo, con voces y teclados ochenteros entrecortados. Estética filosa y gélida, deliciosa y cerebral a la vez.




Hudson Mohawke

20. Hudson Mohawke. Lantern (Escocia). Extrañísimo álbum que de inicio parece emular el electro-pop actual trillado, pero conforme avanza, sorprende notar que, al ir del ambient rudo al R&B y del soul al dubstep, lo que hace es deconstruir al pop barato, con ánimo un tanto irónico. Colorido, intrincado, lúdico.



Noah Lennox (Panda Bear)



21. Panda Bear. Panda bear meets the grim reaper (EU). Quinto disco personal de Noah Lennox, una de las mentes creativas de Animal Collective. Aquí, sus usuales texturas psicodélicas e hipnóticas empatan esta vez con un electro-pop amigable. Muy feliz viaje.



Diego Herrera, alias Suzanne Kraft




22. Suzanne Kraft. Talk from home (EU). Alter ego de Diego Herrera, artista angelino que ofrece un electro-pop sencillo, sutil, con guitarras invisibles y teclados que, conforme avanza, se va retorciendo sin dejar de ser suave y flotador. Un caramelito sonoro.


Jenny Hval






23. Jenny Hval. Apocalypse, Girl (Noruega). Una agraciada combinación de voz dulce con temas fuertes de tono político, sexual, social. Una lejana raíz jazzy se distingue en su canto, que poderoso navega sobre un mar sintético ligero y transparente.





Chemical Brothers



24. The Chemical Brothers. Born in the Echoes (Inglaterra). Este dúo dinámico regresa al big-beat que los vio nacer, con sonidos en ellos inusuales de teclados que recuerdan al prog-rock, con invitados como St Vincent y Q-Tip. Una agraciada mezcla entre tradición y avanzada.


Etienne Jaumet




25. Etienne Jaumet. La visite (Francia). House-tech rebajado, lento e intrigante, que atrapa. En segundo disco, este productor galo provoca periplos cósmicos tanto al interior como al exterior, entre diálogos y sampleos retro-70s. C’est magnifique.






Otros álbumes destacados:


Peaches


* Julia Holter: Have you in my wilderness.

* Levon Vincent: Levon Vincent.

* Peaches: Rub.





Neon Indian


* Neon Indian: VEGA Intl. Night School.


* Julio Bashmore: Knockin’ boots.



* Roisin Murphy: Hairless toys.





Shamir


* John Grant: Grey Tickles, Black Pressure.

* Lonelady: Hinterland.

* Gwenno: Y Dydd Olaf.

*  Shamir: Ratchet.






Grimes




* Hot Chip: Why make sense.


* Django Django: Born under Saturn.


* Grimes: Art angels.


* Purity Ring: Another eternity.