.micro-crónica.
en La Jornada de papel apareció,
un poco más corta, a modo de pie de foto
un poco más corta, a modo de pie de foto
Durante dos horas y media (21:30 a 0:00 horas), Pearl Jam, histórica banda de Seattle de los años 90, que trascendió el “grunge” para volverse una de las más fastuosas bandas de rock reciente, superó expectativas y hechizó a 60 mil corazones la noche del jueves 24 en el Foro Sol, con un espectáculo austero, casi tacaño, pero emotivo, a través de un repertorio que incluyó tanto “himnos” como temas poco usuales, con sus altibajos en cuanto a sonido (en la parte de atrás de las gradas, era casi nulo o infame la percepción), pero generoso en composiciones simples aunque intensas, y gran comunión con el público: encendedores que encendían y apagaban, vasos voladores, cantos masivos entre lágrimas, banderas mexicanas ondeando desde el escenario, y una banda que no quería dejar de tocar tras dos encores, ni aunque les hubieran ya prendido las luces de salida.
Con temas de los discos Ten, Vitalogy, Vs y Yield, principalmente, el combo integrado por el espléndido cantante y letrista Eddie Vedder (fecundo en melodías y lirismo melancólico), los guitarristas Mike McCready (de a requintos metaleros, un poco atosigantes pero atinados) y Stone Gossard, el bajista Jeff Ament y el baterista Matt Cameron, cerraron aquí la gira Twenty, a 20 años de su debut.
Jeremy, Alive, Even Flow, Black, Daughter, Better Man, Release, Do the evolution, Spin the black circle, Last exit, Yellow ledbetter, fueron indispensables, así como las raras Off he goes, Leash, Indifference, Just Breathe, y los covers Rockin’ in a free world de Neil Young y Last kiss de Wayne Cochran.
A pesar de la falta de creatividad en sus discos recientes y de su estancamiento musical, como suceso de masas, en directo Pearl Jam sabe dar muy buena batalla, y sin duda el público mexicano vivió una emotiva experiencia de rocanrol y almas encendidas. (checa mi nota previa al concierto)
Con temas de los discos Ten, Vitalogy, Vs y Yield, principalmente, el combo integrado por el espléndido cantante y letrista Eddie Vedder (fecundo en melodías y lirismo melancólico), los guitarristas Mike McCready (de a requintos metaleros, un poco atosigantes pero atinados) y Stone Gossard, el bajista Jeff Ament y el baterista Matt Cameron, cerraron aquí la gira Twenty, a 20 años de su debut.
Jeremy, Alive, Even Flow, Black, Daughter, Better Man, Release, Do the evolution, Spin the black circle, Last exit, Yellow ledbetter, fueron indispensables, así como las raras Off he goes, Leash, Indifference, Just Breathe, y los covers Rockin’ in a free world de Neil Young y Last kiss de Wayne Cochran.
A pesar de la falta de creatividad en sus discos recientes y de su estancamiento musical, como suceso de masas, en directo Pearl Jam sabe dar muy buena batalla, y sin duda el público mexicano vivió una emotiva experiencia de rocanrol y almas encendidas. (checa mi nota previa al concierto)