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México DF, Antarctica
escribana que estudió periodismo, ama el rock y sus músicas aledañas, así como la poesía y las relaciones tormentosas

mayo 13, 2013

Patti Smith en El Plaza (crónica).


crónica al concierto de 
PATTI SMITH
El Plaza Condesa
Mayo 10, 2013
por: Patricia Peñaloza
fotos: Oscar Villanueva

>> escrita originalmente para Mehaceruido.com <<

Patti, you are my mother!


Patti Smith 

“Be hopeful, be free!! You are the future!!” Gritó el viernes a una audiencia en su mayoría joven, de entre 15 y 40 años, esperanzadora, generosa, voz guía, desde el púlpito hecho escenario, Patti Smith, madrina del punk y madre nuestra, capaz de mantener viva su fe en lo que piensa, cree y canta. Fe en la palabra, la poesía, el amor a la naturaleza, el arte, la gente. Esa fe inquebrantable que le hace decir y cantar las cosas con una convicción tan férrea, que persuade a quien la mire, la toque, la escuche.
“Patti, you are my mother!!” se oyó entre el público la noche del 10 de mayo, en un atiborrado Plaza Condesa, foro fresón un tanto adverso a la esencia espiritual de quien sorbió de primera mano a los poetas beat Allen Ginsberg, William Burroughs, Gregory Corzo. Inevitable fue comparar este concierto con el que ofreció en su primera visita, el 5 de Mayo de 2012 en el Museo  Diego Rivera Anahuacalli, con un gran vestigio arqueológico detrás, la luna llena en lo más alto, una tenue llovizna, y algunos grados menos de cansancio corporal en ella, quizá olvidado por la exaltación de encontrarse con pupilas mexicanas por primera vez, y por actuar en un lugar tan significativo, entusiasta como es de la vida y obra del muralista mexicano, así como de la pintora Frida Khalo.


Punk esperanzado

Chamánica e hipnótica

La retroalimentación es muchas veces la mitad de un concierto, y fue un elemento determinante para bajarle dos rayitas a la intensidad, el que al Plaza acudiera mucha gente que no la conocía muy bien, mucho fresilla, mucho hipstercito, que en silencio fueron a toparse con LA leyenda. Si bien esto es loable, la energía en el ambiente, la mística, no fue la misma.
Pero lejos de las comparaciones con el concierto pasado, la poeta y fotógrafa estadounidense, discípula de Bob Dylan, definitivamente volvió a entregar su corazón. No pudo evitar el arrojar su mirada materna, desprendida, idealista, tierna, mientras cantaba a sus discípulos, ya fuera destilando verbos poéticos y entrando en trance chamánico, hipnótico, o haciendo reventar los alaridos de los presentes en medio de una tormenta de palabras, de figuras de amor o melancolía, o quizá simplemente sentada en la orilla del escenario, saludando con la manita cual mami diciendo “hola” a sus hijos desde la ventana.
El punk neoyorquino de Smith, visto como libertad, como volatilidad de alma, más que como la desesperanza de sus congéneres londinenses de fines de los años 70. Lo que en los Sex Pistols fue “no future”, y en The Ramones fue ironía callejera, en Smith es fragilidad de espíritu, esperanza empatada con la embestida (esa sí, harto punk) que implica buscar la verdad y desenmascarar la hipocresía y el mercantilismo.


Directo y a la cara


Esencia punk. A la izquierda, su hijo Jackson
Sin un gramo de maquillaje, cabellos enmarañados, saco negro, playera guanga, jeans y botas, como siempre ha postulado en actitud feminista, desenfadada (y punk, por supuesto, insistimos), Smith se hizo acompañar de su músico y coautor inseparable, Lenny Kaye en guitarra y Jay Dee Daugherty, ambos con ella desde sus inicios; en bajo y teclados, Tony Shanahan (en la banda desde los 90) y su hijo Jackson Smith en segunda guitarra. 
Ya fuera a punta de rocanrol simple y directo, o de atmósferas que sirvieran de cama a sus plegarias, mantuvo encendidos los corazones con su ímpetu vital. Y mientras en el Anahuacalli el público, lleno de visibles seguidores, se mantuvo en éxtasis saltando y coreando cada uno de sus 20 temas, en el Plaza prácticamente sólo saltaron con Because the night, Gloria y Rock n’ Roll Nigger, tres de sus temas más emblemáticos. O quién sabe: quizá el silencio en los demás temas obedecía a que atentos fueron a escuchar, a conocer, a aprender. Simplemente fue otro momento.

Por su parte, Patti Smith, ya más entrada en confianza con la chilanguiza, dedicó su concierto al citado Rivera y al escritor chileno Roberto Bolaño (afamado por plasmar escenarios mexicanos en su novela Los Detectives Salvajes, de 1998). Con exactitud, sus impecables músicos seguían a la poeta según sus diálogos con la audiencia, siempre tras sus pasos y a su mando, dando más un soporte a su entrega poética que desplegando complejidades armónicas o arreglísticas. “Tres acordes y el poder de la palabra”, sentenciaba Smith en los años 70. Rock directo y a la cara. No importa si el ritmo tiene algo de balada, reggae, blues. El punk late detrás, más que como género, como un postulado, un principio vital, una actitud.


"Outside of society..."
De su histórico Horses (1975), sonaron Kimberly, Redondo Beach, Birdland, Free Money y la citada Gloria, de Van Morrison, con su legendario agregado: “Jesus died for somebody’s sins but not mine”. Del Radio Ethiopia (1976): la extraordinaria Pissing in a river. No faltaron, del Easter (1978), la ya nombrada Because the night, escrita en coautoría con Bruce Springsteen, así como Dancing barefoot y el poema Babelogue, seguido siempre por la épica Rock n’ roll Nigger: “Outside of society, is where I want to be!” para cerrar la noche. Antes, hubo interesantes covers como I’ts a dream de Neil Young, o Born to lose de The Heartbreakers, entre otros. Muy bello fue oír la suave pero intensa Beneath the Southern Cross del magnífico y poco valorado Gone Again (1996). También estrenó con buena acogida, tres temas de Banga (2012): la que nombra al disco, April Fool y Fuji-san.

Con los latidos en la mano, y arrancando con furor las cuerdas de su guitarra al final del concierto, Patti Smith agradeció la generosidad de su público, y prometió volver, tal y como por la mañana dijo en entrevista con la emisora Reactor 105: “mi próximo disco estará sin duda impregnado de mis visitas a México”. 

Tras hora y media de fugaz pero profundo concierto, los cerca de dos mil asistentes aceptamos nuestra comunión con ella y dijimos: “Amén”.


Setlist completo: http://bit.ly/123QLxY