HIPNOSIS 2024:
LA ELEGANCIA DE LA BREVEDAD
Varios de estos valientes encuentros han ido y venido, como los finados Nrmal, CNTRL, el Antes de que nos olviden (luego sólo "Antes"), etc. Otros han surgido como bienvenida novedad, como el Hera, de puras mujeres, y otros más han sobrevivido a la independencia y la pandemia, como el MUTEK (imbatible), Ceremonia (que a decir de su último anuncio de cartel 2025, parece tambalear en su afán propositivo, que ojalá se recupere en siguiente edición), el Marvin (también un poco tambaleante ya tras pandemia), el hermoso Bahidorá y por supuesto el gran Hipnosis ( https://hipnosismx.com/ ) que a decir de quien escribe, desde 2017 en que armaron su primera edición, es uno de los privilegios más bellos que tenemos en esta capital, con un equipo curador de excelente gusto musical, siempre equilibrado con uno o varios headliners clásicos, además de diferentes números de primer orden, ya sea recientes o actuales, propositivos y/o de avanzada, que varían del rock ácido y delirante a la electrónica rocan-viajera. Un festival en el que el público confía (como pasa con sus similares) y acude feliz, aunque no conozca en primera instancia a todos los artistas, a sabiendas de que todo va a estar bueno y va a vivir una agradable experiencia sonora.
Con la idea de ser
breve pero de gran factura musical, concentrada en un solo día, en esta ocasión el sábado 2 de Noviembre, el Hipnosis se
precia además de ser un festival inclusivo, ya sea en cuanto a género o a talento
nacional, que por si fuera poco, ofrece precios costeables, adecuados a la
economía mexicana. Con ello demuestran que no es necesario cobrar las perlas de
la virgen para ofrecer elencos internacionales de calidad, así como una
producción y logística bastante dignas, incluyendo el atinado mecanismo de
tener sólo dos escenarios contiguos que se van intercalando, de modo que como espectador nadie se pueda perder ningún show.
Siempre nómada,
buscando foros o espacios distintos cada año, para su edición 2024 cambiaron de
sede del Ajusco al estadio de béisbol
Fray Nano, (S/N, Fernando Iglesias Calderón, Jardín Balbuena, Venustiano Carranza, 15900, CDMX), lo que lo hace más accesible. El talento en esta
ocasión está integrado por quince elementos, pero… ¡qué elementos! No hay duda
de que para este año armaron uno de sus mejores carteles. Como otras veces, reafirman
viejos adagios: "de lo bueno, poco", "menos es más" y
"el que mucho abarca, poco aprieta".
Así, sus joyas este año son: el dueto francés Air (celebrando los 25 años de su afamado disco Moon Safari, el cual interpretan íntegro), el seminal combo inglés de shoegaze Slowdive, la agrupación clásica de post-punk-funk británico Gang of Four y el dúo británico-estadunidense The Kills.
A continuación, el total del elenco, a detalle:
SLOWDIVE (Inglaterra). Electrizante combo shoegaze de culto formado en Reading a inicios de los años 90, de sonido innovador para su tiempo, que a diferencia de muchos de sus contemporáneos, supieron mezclar soñadores sonidos psicodélicos y etéreas voces rodeadas de atmosféricas armonías, con ondulantes y ruidosas guitarras, inspirados en tendencias disímiles, como el folk, el dub y el ambient. Arrojando paredes de sonido a un tempo lento, la fragilidad de sus voces flotantes hizo de todo ello una fiesta onírica lo mismo pacífica que inquietante. Importantes son sus álbumes Souvlaki (1993) y Pygmalion (1995) . Se retiraron por 20 años pero volvieron en 2014 a los escenarios, para luego editar dos discos más: Slowdive (2017) y Everything is alive (2023).
GANG OF FOUR (Inglaterra). Haciendo honor a la ciudad de la cual brotarían importantes movimientos altamente rítmicos, esto es, Manchester, los comandados por Andy Gill y Jon King surgieron a fines de los años 70 con un perfil único en medio de la efervescencia punk, corriente de la cual absorbieron la esencia rebelde y contestataria, no necesariamente con el sonido o ritmo guitarroso clásico de mismo. Echando mano del funk, a punta de guitarras y tambores machacantes, galopantes, con letras contestatarias y políticas sobre la dura realidad cotidiana, lograron una identidad con la cual era posible pensar y bailar gozosa y rítmicamente. A la postre, sin saberlo de origen, se convirtieron en una de las bandas más influyentes de su generación, cuyos vástagos sonoros explotarían comercialmente hasta los años 90 y los dosmiles, con bandas como Nirvana, Fugazi o Franz Ferdinand, que regularmente los mencionaron como inspiración. El grupo osciló entre desbandada y reuniones, desde los años 80 hasta la fecha. Gill falleció en 2020 (por fortuna en México alcanzó a tocar en el festival Marvin en 2018), pero el resto del grupo sigue conservando el legado de su guitarrista líder, para beneplácito de la audiencia saltarina.
SUUNS (CANADÁ). De Montreal, vuelve a México este combo que navega y surca sobre diferentes sonidos volátiles, sutiles, harto melódicos, que van del dream pop a al art-rock disonante con incluso pasajes de dark-electro. Lo que es un hecho es que lo suyo no es la melodía común ni lo estático sino lo amorfo, lo expansivo y atmosférico; sofisticado, elegante, psicodélico y muy, muy pacheco. Analógico y digital por igual, esta agrupación garantiza una muy grifa velada. Surgidos en 2010, destacan sus álbumes Images du futur (2013), Hold/still ( 2016), The Witness (2021) y lo nuevo: The Breaks (2024).
MILDLIFE (Australia) . De Melbourne, a base de sintetizadores y cintas, ritmos funketones, este cuarteto fusiona jazz con rock, en un ánimo cósmico, rítmico, disonante, psicotrópico. Algo así como música disco futurista, pleno de elegantes armonías. La crítica ha dicho de ellos que "son algo así como si Herbie Hancock tocara con Can". Y sí, aunque no tan loco, sino un poco más mesurados, no por ello menos exquisitos. Bastante ricos para una noche bailadora, sofisticada y espacial.