Crónica de un ABUSO, HOSTIGAMIENTO, CALUMNIAS y BULLYING,
por parte de gente de Prensa de OCESA a mi persona.
Por: Patricia Peñaloza
El domingo 18 de Marzo de 2018, fui víctima de abuso de autoridad y prepotencia injustificada, por parte del personal de Prensa de Ocesa, dentro del festival Vive Latino 2018, al cual he cubierto ininterrumpidamente desde 1998, incluso las veces que actué en él, en 2007 y 2011 con mi banda Los Licuadoras.
HECHOS
Cerca de las 18 horas, tuve un inconveniente de salud (asunto privado, del cual sólo diré que estaba teniendo un sangrado excesivo e inesperado, luego de un tratamiento al que me sometí, el cual estaba resultando infructuoso). Afuera los baños eran un infierno (insuficientes para tanta gente), con filas de al menos media hora para acceder. Debía revisarme y atenderme de inmediato, y en ese momento la puerta de acceso a backstage (Paddock) más cercana a donde me encontraba cuando me percaté de lo que ocurría, era la que está del lado izquierdo del escenario principal, viéndolo de frente (yo venía del escenario / cancha).
NO ME "COLÉ" INDEBIDAMENTE, MI ACREDITACIÓN PERMITÍA EL ACCESO POR ESA PUERTA. Accedí sin problema, porque SEGURIDAD NO ME NEGÓ PASAR. Entré corriendo a los baños de esa zona y llamé a mi Doctora para saber si era normal o no, y si debía retirarme. Me explicó que dadas ciertas circunstancias, era normal pero no de peligro; que podía seguir en el festival, pero que en primera instancia me sentara, respirara, comiera algo; que sólo me aseara cada hora y caminara un poco menos de lo normal, que no me asustara. Preferí quedarme en el festival, en vez de volver a casa a deprimirme. Desde que entré a esa zona, mi intención era no estar más de 15 minutos, pues quería ir a cubrir un show, de nuevo en el escenario / cancha. YO ESTABA AHÍ TRABAJANDO.
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| Backstage Vive Latino 2018 |
Me enteré de que en el área de Prensa YA NO HABÍA ALIMENTOS (suelen otorgar comida de forma gratuita) y yo estaba muy mareada. Me urgía ingerir algo y lo más rápido era cargar pulsera en esa área y comprar alimentos ahí mismo. El área estaba VACÍA y yo no tardaría mucho tiempo.
Mientras comía y trataba de relajarme después del susto, y bastante triste por lo que me pasaba, personal de SEGURIDAD llegó a decirme que no podía estar en esa zona. ASENTÍ CORDIALMENTE Y DIJE QUE ESTABA BIEN, QUE DE TODAS FORMAS YA ME IBA, POR LA PUERTA LATERAL QUE DA AL ESCENARIO / CANCHA. NUNCA ME RESISTÍ A IRME DE AHÍ. Mientras recogía mi basura y levantaba mis cosas para salirme, llegó Brenda Cortés, encargada de la sala de Prensa. Me empezó a decir que "me estaba burlando de ella" (?!) porque temprano me había dicho que no podíamos estar en esa zona.
Si bien era verdad que me había advertido eso, no me estaba "burlando" de nadie; lo que me pasaba era un HECHO INESPERADO y EXTRAORDINARIO. Traté de explicarle que no me estaba "burlando" de ella, que me había urgido ir al baño y comer (no quise dar detalles, pues era algo privado), y que nadie me había negado el acceso por la puerta del frente. Que ya me iba. Pero no me dejaba hablar, y sólo me gritaba: "¡métete a la sala de Prensa!". Sólo le faltaba tronarme los dedos. Reiteré y solicité que me permitiera salir por la puerta lateral, pues de ir a la sala de Prensa, tendría que dar toda la vuelta al escenario principal, y ya no alcanzaría a ver el show pretendido. Hacer eso no perjudicaba a nadie, y ambas quedaríamos satisfechas, pues cumpliría lo que se me pedía: que saliera de ahí. Prometí no volver a entrar por la puerta del frente (a la que JAMÁS habría entrado si no hubiera yo tenido una urgencia, y si Seguridad no me lo hubiera permitido). Le dije que todo era confuso, porque yo había podido entrar ahí legalmente. Así que alguien no estaba haciendo bien su trabajo, y ésa NO era yo.
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| Pulsera que aún conservo. Fecha: 24 Marzo 2018; nunca me la quitaron ni me echaron. |
Ya me iba de ahí, pero una de las chicas de Seguridad me amenazó diciendo que ME IBAN A QUITAR MI ACREDITACIÓN Y ME IBAN A ECHAR DEL EVENTO. No podía creerlo. Yo me encontraba emocionalmente sensible por lo que me estaba ocurriendo de forma personal. Aun así, no traté mal a nadie. ERA INJUSTO ESE TRATO porque NO estaba "abusando" de mi acreditación, NO me estaba metiendo a ningún camerino, NO estaba molestando a nadie, NO estaba alterando el orden: SÓLO ESTABA SENTADA COMIENDO.
Me pareció desmedido el pequeño "operativo" con personas de Seguridad, llamados por radio, y regaños de Brenda como de maestra a niña de primaria. Yo sólo trataba de llegar a un acuerdo civilizado,pero ella no quería dialogar. Entonces hablé de una forma más rígida, sin insultar ni agredir. Le dije firmemente a Brenda que NO IBA A PERMITIR QUE ME MALTRATARAN Y ME FALTARAN AL RESPETO DE ESA FORMA; QUE NO ERA POSIBLE QUE TRATARAN ASÍ A ALGUIEN QUE HA CUBIERTO CON ENTUSIASMO AL VIVE LATINO, UN FESTIVAL AL QUE AMO, EN EL QUE INCLUSO HE ACTUADO. QUE NO ERA JUSTA TAL HUMILLACIÓN. Lo dije fuerte, sí, porque estaba muy alto el sonido del escenario principal.
Eso fue todo. Me di media vuelta y me salí por la puerta lateral rumbo al escenario / cancha. NADIE ME TOCÓ, NADIE ME SACÓ, NADIE ME QUITÓ MI ACREDITACIÓN. Simplemente me dejó ir. Incluso más tarde entré 2 veces a la Sala de Prensa, por la puerta permitida, una vez controlada mi situación personal. Quedé con el entendido de que todo había terminado ahí, sin repercusiones.
POSTERIORES CALUMNIAS Y BULLYING MISÓGINO PÚBLICO
Horas después en redes, personas de Prensa de Ocesa (Marco Barrera de forma indirecta y José Zepeda poniendo mi nombre), de forma pública, empezaron a exagerar los hechos y a levantarme calumnias ("¿abusa?"), sin el menor escrúpulo, insinuando (Pepe Zepeda, en imagen más abajo), que me habían echado, lo cual jamás ocurrió.
De igual forma, de manera poco profesional, afirmaron en los comentarios a mis espaldas (imágenes más abajo), sin tomarme en cuenta (porque para ellos no soy una persona ni un sujeto de diálogo con derecho de réplica, sino una pieza de cambio sin humanidad, cuyo destino se arregla "desde arriba" entre "hombres al mando") que no me iban a volver a acreditar, siendo que acudir a sus conciertos es un DERECHO PROFESIONAL y NO UNA DÁDIVA. Tengo poco más de 20 años promoviendo sus eventos. El contenido de mi columna trata sobre promover y reseñar festivales, entre otros asuntos musicales. Es absurda esta prohibición. Es prácticamente una CENSURA, SÓLO POR HABER ESTADO SENTADA COMIENDO y por EXIGIR RESPETO A MI PERSONA.
Este tipo de linchamiento público en Facebook, sobre algo que pudo ser tratado en privado (había poca gente cuando aquello ocurrió, casi no hay testigos, y de eso se aprovechan), no sólo es poco profesional, sino que hacerlo, ESO SÍ QUE ES UNA VERDADERA FALTA DE ÉTICA, y NO lo que yo estaba haciendo (o sea: NADA ). Doble moral absoluta.
Según ellos, tuve un "comportamiento incorrecto" (a decir de Zepeda en un mensaje de voz bastante grosero), pero no hice nada más que EXIGIR RESPETO. No lo entienden y lo toman como "abuso" o "rabieta" porque ESTÁN ACOSTUMBRADOS a que la gente SE AGACHE Y SE LES ARRASTRE. Se creen INTOCABLES, pero olvidan que SE DEBEN A LOS MEDIOS.
La reacción de su parte ha sido tan DESMEDIDA (ignoro lo que Brenda haya contado o exagerado, pues ni Zepeda ni Barrera estaban ahí), respecto de lo que realmente estaba ocurriendo, que me hacen pensar que están tomando represalias por alguna crítica que haya yo escrito y no les haya gustado, lo cual agravaría aun más la situación.
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| Vive Latino 1998, del cual escribí varias notas |
Su actitud revela que a pesar de coordinar Prensa, JAMÁS LEEN lo que los periodistas escribimos. De ser así, tendrían clara la labor que he hecho durante tantos años en torno a sus eventos, y en general el respeto que me tienen mis lectores, muchos músicos, y sobre todo el respeto y confianza que me tuvo por mucho tiempo mi ex editor Fabrizio León, fundador de Espectáculos, así como mis actuales editores Josetxo Zaldúa, coordinador general y Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión (por algo llevo en La Jornada más de 20 años). Jorge Caballero, auxiliar de edición, NO es mi jefe como él quiso insinuar en los comentarios a tal post, y los columnistas no dependemos de él. No soy yo la que tiene "un problema con él", como me indicó Zepeda en un mensaje para después bloquearme, sino que Caballero tiene problemas CON VARIAS PERSONAS AL INTERIOR del DIARIO. Asunto que ya se está buscando resolver, para ejercer las acciones correspondientes.
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| Acá la primera nota que escribí en 1998, promoviendo la aparición del Vive Latino, aún con Lourdes Gómez en prensa: http://www.jornada.unam.mx/1998/11/09/esp-foro.html |
En las capturas de pantalla siguientes, Zepeda miente e insinúa, sin decir jamás lo que realmente pasó, que el domingo 18 ocurrió "lo mismo" (LO CUAL NO ES VERDAD) que en un incidente en el Hard Rock en 1997 (el cual apareció bien documentado en La Jornada: un exceso de violencia hacia mí por parte de la Seguridad de Jaguares -link no disponible- después de que entré con una acreditación LEGAL a backstage que me dio Gerardo Montagno, a hacerle dos preguntas a Saúl Hernández, COMO UNA ORDEN DE TRABAJO DE MI JEFE FABRIZIO LEÓN: "sácale una declaración sobre su reaparición en escenarios". La manager de Saúl, Marusa Reyes pensó que yo iba por parte de la revista La Mosca, a la cual ella no quería y mandó sacarme con violencia, cuando yo sólo estaba ahí de pie, esperando poder dialogar con Saúl, en una fila de fans que aproveché para poder acercarme; mucha gente sabe que NO simpatizo con Saúl ni con su banda; sólo cumplía con una orden de trabajo).
Zepeda en los comentarios ríe calumniando y diciendo que aquella vez "me arrastraba en camerinos", insinuando con esa palabra otro tipo de actitud indigna, siendo que los Lobos primero me cargaron y luego ME ARROJARON AL PISO Y ME LASTIMARON.
De igual forma, Barrera, de la manera más irrespetuosa posible, comenta, burlándose de que yo en aquella nota expresaba lo desmedido de la fuerza empleada por los elementos de seguridad, contra mí: "Cómo nos reímos TODA LA EMPRESA de ella". ¿En serio? ¿SE RIERON DE QUE YO FUERA GOLPEADA Y VIOLENTADA? Wow. Estoy pasmada. De verdad, esto no es cosa menor Y NO PUEDE SER PASADA POR ALTO. Es una falta de respeto infinita, no sólo a mi persona sino al diario La Jornada.
El bullying misógino fue tal, que inclusive ponerse a adivinar mi edad fue motivo de burla, como cuando Jorge González (ex trabajador de Prensa de Ocesa, hoy gerente del Imperial) entra al diálogo a decir: "¿en serio hizo eso, a su edad?" (creyendo las insinuaciones falsas de Zepeda), para luego indicar: "es más grande que yo, debe tener 48 años", comentario al que reaccionaron con risa (?). No tendría nada de malo que tuviera 48 (porque tengo algunos menos), pero de tenerlos, ¿por qué sería motivo de risa? Misoginia extrema, de ésa que considera bulleable a una mujer que ya no es considerada "joven".
De verdad, alguien tiene que ponerles un alto a estas personas.
Se sienten impunes porque NADIE LOS CONFRONTA.
BASTA DE PREPOTENCIA POR PARTE DE ESTE MONOPOLIO.
