por: Patricia Peñaloza
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HIPNOSIS 2022:
Equilibrio sideral sin falla
En quinta edición, y después de dejar atrás las restricciones extremas por pandemia, llega el festival favorito de la morriza gustosa de las guitarras expansivas, las atmósferas lisérgicas, la pachequez cósmica, ruidosa, densa. Como en cada edición, Hipnosis se luce con una curaduría equilibrada en cuanto a generaciones y géneros musicales, siempre dentro de los terrenos del trance exacerbado.
Y como acostumbra este encuentro, mucha de la oferta es una propuesta no muy comercial (salvo excepciones), lista para ser descubierta, o que quizá para muchos sea desconocida. Así que si van a dejarse sorprender, acá una guía por países, por cada banda del cartel, para que les quede claro de qué va el cartel 2022 y elijan lo que más se acerque a su curiosidad y hambre sonora.
Festival Hipnosis se lleva a cabo este 5 de noviembre en el Parque Bicentenario, CDMX. Detalles, horarios y accesos en: www.hipnosismx.com. 12 del día a 2:30 de la madrugada del domingo 6.
Estados Unidos
Primus |
Primus. El acto clásico más pesado del festival lo engalana este tremendo combo encabezado por el virtuoso bajista californiano Les Claypool, quien desde 1985 le recordó al mundo que su elástico instrumento también puede ser un arma peligrosa para ejecutar el rock como es debido, a la altura de la endiosada guitarra. Heredera de la locura, la exploración sónica y el humor ácido de Frank Zappa, Primus se ha convertido con los años en una entidad de culto, con platos como el Sailing in the Seas of Cheese (1991), Pork Soda (1993) y Tales from the Punchbowl (1995). El grupo nunca ha dejado de estar en activo con posteriores grabaciones y conciertos, hasta la fecha. Para Hipnosis, la banda trae montado el A Farewell to Kings (1977) de la también mítica banda emblemática del progresivo setentero, Rush, toda una faena en vivo, más los éxitos obligados de Claypool y compañía.
The Mars Volta |
Osees.
Maravillosa agrupación de San Francisco formada en 1998 y liderada por el genio
John Dwyer, caballero armado de la
guitarra enferma, prolífico (uno o dos discos por año) y sin miedo a la
experimentación, así como a brincar de un estilo a otro, o de un nombre a otro
(primero como Thee Oh Sees, luego
como Oh Sees y ahora sólo Osees). Hardcore, garage-punk,
psicodelia oscura, pop-gresivo, funk, experimentación volátil, confluyen en la
cabeza loca de Dwyer y compañía, usualmente con dos baterías en vivo y una
energía demoledora, capaz de arrancar cabezas en cada presentación. Como Osees, sobresale el disco Protean
Threat (2020); para 2022 estrenan el enteramente punk A
Foul Forum; como Thee Oh Sees: The Masters Bedroom is Worth Spending a
Night In (2008), Castlemania (2011), Putrifiers
II (2012), el gran Floating Coffin (2013), el excelso Mutilator
Defeated at Last (2015), Orc (2017) y Face Stabber (2019).Osees
The Black Angels. De la escena lisérgica de Austin, Texas, surgen estos vaqueros de la psicodelia combinada con shoegaze, reverberaciones groseras y garage maldito, en una superposición de estilos y décadas poco socorrida en el orbe, pero bastante común en tal región. Por sus venas pasan las melodías oscuras y depresivas de la Velvet Underground, el melódico viaje desértico de The Doors, el abandono ácido de The 13th Floor Elevators, pero también el traslado espacial de Spiritualized y Spacemen 3. Destacan los discos Passover (2006), Phosphene Dream (2010), Death Song (2017). En 2022, estos ángeles oscuros caen a Tierra con Wilderness of Mirrors, pura oscuridad garage-post-punk-retro-shoegaze-new-wavera.
Moon Duo.
También de San Francisco, este ruidoso pero inquietante
dueto electro-punk / shoegazer integrado por el compositor y guitarrista Ripley Johnson (del grupo Wooden Shjips) y la tecladista Sanae Yamada, sobre ritmos sintéticos, circulares,
de tendencia motorik, provenientes
del kraut, inspirados en Silver Apples
y Suicide, generan atmósferas
precisas, concretas, siniestras, a veces garageras, sin dejar de ser volátiles,
entre voces y rasgueos atascados de eco psicodélico-sideral. Harto notables el Mazes
(2011) y el Circles (2012); también molan
el Shadow
of the Sun (2015) y el Stars are the light (2019).Moon Duo
Chicano Batman. De Los Ángeles (¿de dónde más, con ese nombre?), este híbrido latino-estadunidense encabezado por Eduardo Arenas, le pega a la nostalgia pop-psicodélica californiana con baladas enamoradas, plenas de blues, funk y soul de los años 60 y 70, todo ello con un baño de expansión melódica-coral bastante cálido y abrazable, lleno de esperanza y organitos hammond para agarrar de la cintura a la pareja. Debutan con disco homónimo en 2010, pero sobresalen con Freedom is Free (2017). Le echaron un poco más de funk, ritmos caribeños y timbres electrónicos con Invisible People (2020).
Tempers |
Japón
Kikagaku Moyo
Kikagaku
Moyo. Desde 2012, estos oriundos de Tokyo vienen dándole de manera
exquisita a una forma muy particular de interpretar la psicodelia. Sin embargo,
ya se retiran y éste será su último show internacional, así que hay que
aprovecharlos. Las Formas Geométricas (lo que significa su nombre), hermanados
en sonido con sus paisanos de Ghost
y los Acid Mothers Temple, así como
con los suecos de Dungen, incorporan
elementos de música cinematográfica de la India, canto tradicional japonés, folk
acústico sesentero y un poco de kraut a sus intrincadas pero finas estructuras,
inspiradas en Can y Faust, así como en ciertos pasajes del
más calmo King Crimson. Guitarras
progre-psicodélicas, distorsión moderada, rítmicas funky-cósmicas. Pura
tranquilidad para rolar el toque con
calma y clavadez. Brillan con Forest
of Lost Children y Mammatus Clouds (ambos de 2014), House
in the Tall Grass (2016), pero sobre todo con Masana Temples (2018). En
2022 los sonidos orientales y las guitarras elásticas se recrudecen con el
sereno y bello Kumoyo Island.
Australia
Psychedelic Porn Crumpets. Guitarras volátiles, ricas en melodías juguetonas de sube y baja, heredadas de la psicodelia stoner, pero sin la fiereza de aquellos años, lejos del hardrock, más cercanos a la melodía onírica, con descansos etéreos a medio camino: respiros, momentos de calma, en medio de sus tormentas de distorsión y de sus pedales espaciales. Lisergia caleidoscópica y malabares proto-progres, jazzy-friendly, debajo de coros armónicos sutiles. De la misma ciudad que sus patronos Tame Impala (Perth), empatan más bien con los momentos melódicos de King Gizzard and the Lizard Wizard. Brillan con And Now for the Whatchamacallit (2019) y Shyga! The Sunlight Mound (2021). Para Night Gnomes (2022) vienen más densos, aunque extendidos en sus notas, menos acelerados.
The Lazy Eyes. Sencilla pero sabrosa banda de Sydney, surgida de un árbol similar a Tame Impala, cuyo ejemplo cundió cual reguero de semillas en la amplitudes australianas. Locos por el flanger en las guitarras, ejecutan un pop rock de ascendencia psicodélica suave, colorida y tersa, soñadora y feliz. Un tanto derivativa de lo que ya oímos bastante tanto con el grupo citado, como con Pond, Tempest, etc, pero no por ello menos agradables. Tras dos EPs (EP1 y EP2), editan el LP Songbook (2022).
The Babe Rainbow. Más y más neopsicodelia oceánica con este quinteto, en este caso de baja intensidad. Días soleados, flautas y guitarras folk, percusiones bucólicas, solos pausados, bajos exquisitos, dulzura veraniega, con una alegría vital similar a la de los californianos Allah-Las. Con ellos, siempre es playa, siempre hay sol. Despuntan: Double Rainbow (2018), pero sobre todo, el Today (2019). Para 2021 publicaron Changing Colours, en el mismo tono hippie y tranquilo.
Inglaterra
Still Corners. Atmósferas de terciopelo, emanadas del alma y voz de Tessa Murray, navegan sobre los paisajes sintéticos de Greg Hughes. Teclados desvaídos, pianos claros, guitarras acústicas, rítmicas sencillas. A medio camino entre el dream pop, el synth y el ambient, el dueto regala caramelos de bajas calorías para relajarse en la sala de estar interior. Creatures of an Hour (2011) fue un prometedor debut, seguido por Strange Pleasures (2013). Siguieron su camino fonográfico sin muchos sobresaltos. En 2021 editaron The Last Exit.
México
Parque de Cometas |
Parque de
Cometas. "Pop revuelto", dice esta banda tijuanense acerca de su
música. Indie pop de inspiración noventera: riffs
tristes en espiral y muchos platillos alocados. Pasajes desencantados para
hacer la vida más soportable, que llegan directo al corazón pero también a las
piernas y la cabeza, lista para no dejar de ser agitada. Se dejan oír desde
2018 en varios sencillos; reúnen su trabajo en el recopilatorio Intenciones:
demos y maquetas (2019) y el álbum Paseo (2020).
Colombia
Romperayo |
Romperayo.
Con todo el sabor tropical /caribeño en la sangre, no niegan la cruz de su
parroquia estos muchachos de Bogotá. Pura gozadera
ancestral que suena a brujería en loop,
tanto de electrónica como de música orgánica (percusiones, güiro, flautas,
acordeones) para echar el huarachazo sin fin toda la noche. Se les oye desde
2015 en disco homónimo, así como en ¿Qué Jué? (2018) y en Así
no se puede muchaches (2022).