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México DF, Antarctica
escribana que estudió periodismo, ama el rock y sus músicas aledañas, así como la poesía y las relaciones tormentosas

febrero 14, 2014

Los Mejores Discos de Electrónica 2013, 2ª Parte (LO MEDULAR de 2013).

RUTA SONORA
Publicada originalmente en La Jornada
(febrero 14, 2014)


LO MEDULAR DE 2013 (electrónica II)

James Blake


Hoy, segunda parte con lo más destacado en cuanto a discos de electrónica internacional de 2013, según este apartado; menos experimental, y entrando ya a la pista de baile, a golpe de retro-tendencias (Detroit-tech, houseacid house) recicladas y renovadas.
                     
13. James Blake. Overgrown. Pieza sofisticada, íntima, desolada, la de este joven cantante y productor londinense, deconstructor del R&B con elementos de dubstep, jazz y electrónica digital, más una voz cercana a la de Antony Hegarty. Menos conceptual que antes, más pop, pero igual de fuerte en cuanto a personalidad. Notable.

Miles Whittaker


14. Miles Whittaker. Faint hearted. De Manchester, figura emblemática de la electrónica under británica, como productor y DJ. Con todo, debuta apenas en grabación plácidamente saturada: un abanico de ritmos que van del ambient oscuro y rugoso, al beat mínimo y de gran inventiva. Crujiente.





Boards of Canada



15. Boards of Canada. Tomorrow’s Harvest. El dueto canadiense que marcó la pauta futura del ambient en los 90, regresa tras no grabar desde 2005. Delicia, paz, sintes derretidos, viajes cósmicos, siguen siendo su marca. Triste es que ya no sorprenden y han sido rebasados. Aun así, el álbum es bello. Un eco lejano que se respeta por lo que han sido.




Jordan Sauer




16. Segue. Pacifica. El productor canadiense Jordan Sauer en quinto trabajo es menos difuso que antes, más puntual y exquisito, al generar paisajes rítmicos, que no por ser de menor exploración es menos placentero, flotante, de a colores pastel y tranquilidad digital. Muy bonito.








Paul Woolford


17. Special Request. Soul Music. Plato que arranca el bloque de música para la pista: de forma espléndida, el productor inglés Paul Woolford retoma los timbres del house, el breakbeat y el electro de Detroit de inicios de los años 90, para construir un creativo y exhaustivo collage de sonido actual, frenético e ingenioso.









Jon Hopkins

18. Jon Hopkins. Immunity. Detallista y aplicado, este veterano productor inglés de electrónica soleada y carismática, otorga un espectro que va del house suavecito al ambient melódico-melancólico, con timbres “orgánicos”, paisajes etéreos, glitchs intermedios, pianos tristes. Algo pop, pero no por ello menos deleitable.





19. Daniel Avery. Drone logic. La pista se sigue llenando con el agraciado techno de este joven británico, quien toma elementos del acid house y el electro, para brindar un ramillete de hipnóticas y cálidas cadencias, que lejos de sonar retro, brindan frescura y elegancia al bailongo.



Factory Floor





20. Factory Floor. Factory Floor. Este trío londinense resplandece con sus ideas robóticas y análogas, parcas pero directas, de ascendencia synth-pop llevado a un plano mínimo y misterioso, con voces femeninas reducidas y lánguidas, en ocasional asomo cyber. Cordial, sintético y ultra-bailador.




Pet Shop Boys




21. Pet Shop Boys. Electric. Sorpresivo pero feliz regreso el de este legendario dúo de Londres (más en fondo que en forma, pues nunca se fueron), que viene con todo para hacer un cruce de disco-electro con frialdad techno, más synth que pop, melódicos e irónicos como acostumbran. Refinado y digno cambio de sangre.








Karl Bartos


22. Karl Bartos. Off the Record. En tercer álbum solista, el ex Kraftwerk no puede negar la cruz de su parroquia. Sintetizadores taciturnos y cantos fríos (en ciertos tracks), beats austeros y expansivos, paisajes futuristas de ineludible sello y misterio alemán. Robo-tech sencillo, profundo y franco. Maestro.







Disclosure

23. Disclosure. Settle. Ineludible, al ser de lo más hipstereado del año, este dueto inglés, al acercar el house clásico a las nuevas generaciones con timbres de nocturno garbo y combinaciones dubstepUK-garage, bass y demás dance. Eso sí, con innegable estilo y comezón para mover cuerpos. Complaciente pero efectivo.






Daft Punk
24. Daft Punk. Random Access Memories. De panzazo pasa este afamado dueto francés, ahora sin sampleos, con instrumentos reales y mucho sinte, así como invitados de oro: Giorgio Moroder, Nile Rodgers, Paul Williams, Pharrell Williams, Noah Lennox, Julian Casablancas. Disco-rock setentero de calidad dispareja: momentos altos y espaciales, pero también monótonos y aburridos. Nada que ver con su legado previo. Héroes de los premios Grammy, macanazo en ventas, no así en lo artístico.




Trent Reznor

25. Nine Inch Nails. Hesitation Marks. Detallista y obsesivo, el estadounidense Trent Reznor abandona la oscuridad para expandir sus cualidades como buen artesano de electrónica que es, guitarras distorsionadas ocasionales y todo. Sólo no convencen sus simplonas y noventeras melodías vocales. Con todo, da un encomiable paso adelante en su creación.




El enigmático Zomby

Otros buenos platos:
- Zomby: With love.
- Floorplan: Paradise.
- La Femme: Psycho Tropical Berlin
- Jessy  Lanza: Pull my hear back.
-Jackson and his computerband: Glow
- Washed out: Paracosm.





Lorde


En contraste, los discos de electro-pop más sobrevaluados y anodinos del año:
- Lorde: Pure heroine.
- Haim: Days are gone.
- CHVRCHES: The bones of what you believe.
- Sky Ferreira: Night time, my time.