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México DF, Antarctica
escribana que estudió periodismo, ama el rock y sus músicas aledañas, así como la poesía y las relaciones tormentosas

enero 16, 2012

Mejores Discos del Año 2011. Rock

los discos del año 2011
según la RUTA SONORA

Lo distintivo de 2011
(rock anglo. 1a parte )


Tom Waits

2011: año de transición estilística, en que el sonido ambiental, paisajista, acústico y multi-instrumental se siguió imponiendo. Año en el que varios veteranos siguieron asomando casta, y en el que cada vez más mujeres marcaron la pauta. Aquí, la primera parte de los álbumes que, más que ser “los mejores”, distinguieron a 2011, sobresalieron, indicaron caminos, en cuanto a rock anglosajón, según este apartado.

1. Tom Waits. Bad as me. Generar un estilo único es gran cosa, y más si aun así, se oye fresco. Montado en los viejos blues, rockabilly, rhythm & blues, jazz, country y cabaret, este viejo lobo da vida a sus visiones rasposas, que van del humor al amor y la locura, con invitados de lujo: Keith Richards, Marc Ribot, David Hidalgo y Flea. Muy pocos de su generación, con tal energía, actualidad y creatividad.


Paul Simon --

2. Paul Simon
. So beautiful or so what. Otro clásico: apegado a su estilo de polirritmias tribales, cuerdas, guitarras acústicas amables e insistentes, sin tufo nostálgico, con una producción contemporánea sin miedo al efecto y la producción digital, gran gusto por la textura sónica, y la asertividad de Graceland (1986), Simon ofrenda un disco de lúcidas y alegres tonadas, lleno de vida, sensibilidad y elegancia.

-- PJ Harvey

3. PJ Harvey. Let England shake
. Esta fabulosa cantautora inglesa, en equipo con John Parish y Mick Harvey, y la producción de Flood, se reinventa y entrega un fastuoso y crítico disco-concepto en torno a la historia bélica de su país, a punto de percusiones rústicas, xilófonos, metales y mucho autoharp (instrumento folk tipo salterio). Chulada que le mereció el Premio Mercury 2011.




Brian Wilson en los años 60 --

4. The Beach Boys. The Smile Sessions. Más allá de la versión que Brian Wilson, genio detrás de los Beach Boys, emitió en 2004 del mítico Smile (grabado en 1966), a modo de añeja deuda, esta caja con 5 discos es un océano de tomas originales, que retratan la obsesión y perfeccionismo de un amo de la armonía pop, rechazada en su momento por los demás integrantes. Valioso documento, rico en deliciosas pruebas y “errores”, y por supuesto, con el sonido del disco, tal y como debió salir en 1967... o quizá mucho mejor. Una maravilla.




-- 5.
Jim O’Rourke / Oren Ambarchi / Keiji Haino. In a flash everything comes together as one there is no need for a subject. Grabado en vivo en Tokyo, con batería, bajo, guitarras, gemidos y efectos electrónicos, este trío de prestigiados músicos experimentales (Australia, Estados Unidos, Japón), ofrece un retruécano de sonidos trastornados, que van de la improvisación libre al hard rock, el metal, el ruidismo y la dimensión desconocida. Desquiciante.

the Black Keys --

6. The Black Keys. El Camino. Desde Akron, Ohio, Dan Auerbach (guitarra) y Patrick Carney (batería) toman el caminito dejado por los White Stripes y agarran carretera a bordo de este bólido de rocanrol claro, directo y sin frenos, con su claridosa combinación de hard rock, soul y boogie, y producción del gran Danger Mouse, en séptimo disco. Pasión por el blues, la distorsión 60-70’s y el canto confidente, puestos al día.

-- Annie Clark

7. St Vincent. Strange Mercy. Annie Clark, texana virtuosa de la guitarra eléctrica, ejecuta un distintivo tercer álbum, más personal y menos académico, entre escenarios que contrastan fragilidad emocional, épicas cuerdas y su omnipresente fuzz tronador. Voz vaporosa, tensión, ansiedad, beats electro-acústicos, paisajes coral-orquestales, dan tono a un pop contemporáneo de gran clase.


Kate Bush --

8. Kate Bush. 50 words for snow.
Como parte de su segunda racha reciente, esta jefa inglesa de los años 80, mamá estilística de Tori Amos, Fiona Apple, Bat for Lashes, Joanna Newsom…, deja caer siete delicados, a veces disonantes, copos de nieve vocales, con gargantas invitadas (Elton John en una pieza), un piano, cuerdas, y el eco cristalino de la sutileza y la quietud taciturna.



-- Fleet Foxes


9. Fleet Foxes. Helplessness Blues. Romanticismo bucólico el de este conjunto de Seattle encabezado por Robin Pecknold, que con producción de Phil Ek vuelve en segundo plato: un viaje pastoral que remite a Crosby Stills Nash & Young y al folk sicodélico inglés de los años 60, con magníficos arreglos corales de ascendencia barroca y hasta celta: cítaras, flautas, violines, alusiones bíblicas, citas a Y.B. Yeats… Una gema.

The Horrors--

10. The Horrors. Skying
. Lejos ya del garage-psychobilly, el combo inglés encabezado por Faris Badwan, evoluciona a un pop oscuro más sincero, cercano a My Bloody Valentine, Echo & the Bunnymen y Bauhaus, terrenos donde la melancolía, la intensidad melódica, las atmósferas sombrías y la introspección, dan cálidos frutos. Menos esplendente que el Primary Colours (2009), pero más elaborado.





--
11. My Morning Jacket. Circuital
. La elegancia espacial del grupo post-country-progre de Kentucky, encabezado por Jim James, vuelve en séptimo disco, con gran intensidad ambiental, no a punta de decibeles sino de emoción campera. Cuerdas, metales, eco: melancolía estrepitosa.


Lykke Li --

12. Lykke Li. Wounded Rhymes
. Fiereza sexual, sensualidad intrigante, guitarras surf, órganos Farfisa, percusiones tribales: desde Suecia, el segundo disco de esta guapa, con uno de los sonidos más peculiares del año, con producción sideral de Björn Yttling (Peter, Björn & John).



-- 13. Thurston Moore. Demolished Thoughts
. El Sonic Youth mayor sana las heridas de su separación con Kim Gordon con un hermoso, triste y delicado álbum, distinto a lo hecho antes como solista, con Beck de productor. Violoncellos deslavados, guitarras acústicas que se derriten y un corazón destrozado.

White Denim --
14. White Denim. D. Tercera entrega de este cuarteto de Austin: maravilla que conjunta fuerte base bajo-batería con riffs psicodélico-sesenteros actualizados, toques de jazz, escalas progresivas, flautas transversas, violines. Son como los primos hippie-románticos de los Black Keys.


-- 15. Russian Circles. Empros. De Chicago, este poderoso trío construye con pocos elementos formidables piezas sónico-atmosféricas en cuarto disco: apocalíptico post-rock con toques de elegante metal, tipo Godspeed You Black Emperor! o Mogwai. Penetrantes y amplios pasajes plenos de calma, tensión y explosión instrumentales.



Daniele Luppi y Danger Mouse --



16. Danger Mouse & Daniele Luppi.
Rome.
La ensoñación define a esta suntuosa conjunción entre el productor estrella Danger Mouse y el compositor italiano Daniele Luppi, en homenaje orquestado, fantasmal y acústico al cine italiano de los años 70, con Jack White y Norah Jones como cruciales voces invitadas.

Merrill Garbus --

17. tUnE-yArDs. W H O K I L L. La inquieta cantautora Merrill Garbus, de Nueva Inglaterra, con expresiva y andrógina voz, ejecuta un álbum naive, lúdico, creativo: con ukuleles, metales, sintetizadores y sampleos, mezcla folk, hip hop, jazz y acentos vocales de ascendencia africana. Uno de los proyectos más originales del año.

-- 18. Anna Calvi. Anna Calvi. Con penetrante emisión vocal, grave, teatral, esta cantautora inglesa arroja intriga, con orquestación que podría ser soundtrack de David Lynch, esquina con la vaporosa y sesentera April Stevens. La mezcla de melodías pop oscuras con rítmicas aflamencadas, resulta turbadora, personal, seductora.

Wilco --

19. Wilco. The Whole Love.
Estos veteranos de Chicago, con Jeff Tweedy al frente, logran un octavo plato casi tan dulce, soñador e inventivo como su célebre Yankee Hotel Foxtrot (2002), en el espíritu soleado, a veces taciturno, de su pop sólido y carismático.



-- 20. Black Lips. Arabia Mountain
. Con una década y siete discos, con producción del gran Mark Ronson, esta pandilla de Atlanta le da un giro a su garage-punk desprolijo para rocanrolear sicodélica, armónica y pachecamente. Punk-yeyé actual, experimentoso, alebrestado, sincero, lleno de vida.




Otros álbumes importantes:

Stephen Malkmus & the Jicks --

21. El ex líder de Pavement, ahora haciéndose llamar Stephen Malkmus & the Jicks, con su atinado rock-pop colorido y elaborado: Mirror traffic, de sonido vaquero-psicodélico tipo Beck, quien justamente lo produjo.


-- 22. Suck it and see, quinto del combo inglés Arctic Monkeys, incomprendido disco, siendo que cada vez se refinan más, con melodías y arreglos más profundos, sentidos, fieros.


Wolves in the Throne Room --

23. El Celestial Linage de Wolves in the Throne Room, de Portland: black metal inspirado en la vertiente escandinava; etéreo, pagano, atmosférico, terrorífico.


-- 24. Poder femenino, también de Portland, con el punk irónico y grrrrl-riot de Wild Flag y su disco homónimo (dos de ellas, ex Sleater-Kinney).

Iceage --




25. Punk danés destructor, de rítmicas desconcertantes y disonancia volátil, bastante original: el New Brigade de Iceage.


-- 26. También de Los Ángeles, el garage-rock retro y animoso, con guiño vocal a Chrissie Hynde, de las Dum Dum Girls y su Only in dreams.

Cults--

27. De Nueva York, pop viajado, agridulce, paredes de sonido, incidencia a lo My Bloody Valentine: Cults con disco epónimo.


-- 28. De Los Ángeles, el pop explorador, minimalista y misterioso de EMA y su notable Past life martyred saints.



29. The Strokes, en su cuarto disco Angles, se movieron hacia otro lado, sin dejar de sonar a ellos; sin embargo, aplicar new wave y arreglos electro sobre guitarras con menos distorsión, agüitó a muchos, siendo que el riesgo les hizo sonar frescos, atractivos.